El concepto de «Repetición» en Freud

Introducción

Luego de haber analizado los conceptos de represión y resistencia, nos queda por abordar el ultimo obstaculo que se le presento a Freud como resultado de la aplicacion de su técnica: la repetición. Fiel a su estilo, integro tales obstáculos y desarrollo nuevos procedimientos para su tratamiento, siempre con la finalidad de cumpliar la labor principal, la de restituir los fragmentos reprimidos del relato a la totalidad de la historia.

“Veinticinco años de trabajo intenso han hecho que las metas inmediatas de la técnica psicoanalítica sean hoy por entero diversas que al empezar. En aquella época, el médico dedicado al análisis no podía tener otra aspiración que la de colegir, reconstruir y comunicar en el momento oportuno lo inconsciente oculto para el enfermo. El psicoanálisis era sobre todo un arte de interpretación.”

«Mas alla del principio del placer» (pág. 2514)
Sigmund Freud (1920)

A) La Resistencia y la Repetición

Ha sido en su «Interpretación de los Sueños» que nos comunica este cambio de la técnica analítica, dado que para los años en que se publica «Estudios sobre la Histeria», aun no se había terminado de formalizar la regla fundamental de la asociación libre. Es por eso que en sus inicios, la labor analítica se trataba pura exclusivamente de la restitución de lo reprimido -nada tenia que ver con aun con el tratamiento de las resistencias y la repetición-.

“Pero como así no se solucionaba la tarea terapéutica, enseguida se planteó otro propósito inmediato: instar al enfermo a corroborar la construcción mediante su propio recuerdo. A raíz de este empeño, el centro de gravedad recayó en las resistencias de aquel; el arte consistía ahora en descubrirlas a la brevedad, en mostrárselas y por medio de la influencia humana , moverlo a que las resignase.”

«Mas alla del principio del placer» (pág. 2514)
Sigmund Freud (1920)

Lo que Freud integra con la regla fundamental de la asociación libre son los 3 procedimientos que trabajamos en el comentario del texto «Recordar, Repetir y Reelaborar». Revelar las resistencias es ahora un paso preliminar a toda restitución de lo reprimido en la historia del individuo, dado que sin este procedimiento no somos capaces de conseguir el consentimiento necesario para moverlo a resignar las fuerzas que opone a recordar.

El núcleo de representaciones reprimidas es el centro de gravedad cuya fuerza de atracción dirige el movimiento radial de las ideas sustitutas que vienen a oponerse al recuerdo de la idea original. El procedimiento de la revelacion busca invertir el sentido centrifugo de este recorrido, para sustituirlo por uno centrípeto.

Mientras que por otra parte esta el factor de la influencia humana, que Freud plantea, puede ser de muchos matices. Fundamentalmente recomendamos el humor como medio de expresión de las ideas que resultan desagradables para la conciencia. Para muchos analizantes esto resultara un alivio al principio, como si pudieran exorcizarse de sus propios problemas al reirse de ellos y hablar con total liviandad. Pero en realidad la funcion principal de esta maniobra obedece a los fines de simbolizar de tales conflictos.

Bajo ningún punto de vista debería tomarse el humor como un fin terapéutico en si mismo, sino mas bien como un medio de representación para lo que no suele decirse o queda excluido de la critica.

“Después, empero, se hizo cada vez más claro que la meta propuesta, el devenir conciente de lo inconsciente, tampoco podía alcanzarse plenamente por este camino. El enfermo puede no recordar todo lo que hay en él de reprimido, acaso justamente lo esencial. Si tal sucede, no adquiere convencimiento ninguno sobre la justeza de la construcción que se le comunicó. Más bien se ve forzado a repetir lo reprimido como vivencia presente, en vez de recordarlo, como el médico preferiría, en calidad de fragmento del pasado.”

«Mas alla del principio del placer» (pág. 2514)
Sigmund Freud (1920)

Saldado el problema de las resistencias, su integracion al modelo experimental de la transferencia analítica trajo consigo la experiencia de otro obstáculo: hay cosas que no se pueden recordar, pero no en el sentido de las resistencias. Aquello que no puede recordar se debe a que repite como vivencia presente un fragmento del pasado, aquel fragmento que es esencial para convencer con justeza sobre la construcción comunicada.

De tal manera que hasta aquí tenemos 3 fenomenos fundamentales de la experiencia analítica: resistencia, represión y repetición. Dado que la labor fundamental comenzó siendo la rememoración de lo reprimido, podemos entender ahora mas profundamente el papel de las resistencias. A mayor resistencia, mayor repetición, y a menor resistencia, mayor rememoración. Todo aquello que nos resistimos a recordar, nos vemos forzados a repetir.

En cuanto a la repetición, entramos en el dominio estrictamente lingüístico del problema, por que tal fragmento repetido solo podrá ser deducido por el analista en la medida que pueda leer sobre tal experiencia somo si se tratase de un material puro del lenguaje. De otra manera, con una lectura extra-lingüística, podría escapársele fácilmente toda una serie de eventos que dicen mas por lo que significan que por lo que hablan, ya que algunos son silenciosos y se encuentran desconectados del resto de ideas.

B) Proporción entre Recuerdo y Reproducción

“La proporción que se establece entre recuerdo y reproducción es diferente en cada caso. Por lo general, el médico no puede ahorrar al analizado esta fase de la cura; tiene que dejarle revivenciar cierto fragmento de su vida olvidada, cuidando que al par que lo hace conserve cierto grado de reflexión en virtud del cual esa realidad aparente pueda individualizarse cada vez como reflejo de un pasado olvidado. Con esto se habrá ganado el convencimiento del paciente y el éxito terapéutico que depende de aquel.”

«Mas alla del principio del placer» (pág. 2514)
Sigmund Freud (1920)

Esta proporción entre recuerdo y reproducción es un indicador del éxito terapéutico, dado que nos dara pruebas del convencimiento que tiene el paciente sobre el origen del sentido de sus acciones en un pasado olvidado. Pero no se puede ahorrar al analizado el atravesamiento de tal experiencia, y darle el convencimiento de la relacion entre el recuerdo reprimido y la repetición que reproduce. Debe experimentarla por si mismo, reviviendo el fragmento de su vida olvidada.

Es así que frente a este tercer obstaculo, Freud introduce un tercer procedimiento. Una vez reveladas las resistencias y rememoradas las represiones, debe finalizarse por reelaborar la repetición del fragmento de vida olvidado.

“Para hallar más inteligible esta «compulsión de repetición» que se exterioriza en el curso del tratamiento psicoanalítico de los neuróticos, es preciso ante todo librarse de un error, a saber, que en la lucha contra las resistencias uno se enfrenta con la resistencia de lo «inconsciente». Lo inconsciente, vale decir, lo «reprimido», no ofrece resistencia alguna a los esfuerzos de la cura; y aun no aspira a otra cosa que a irrumpir hasta la conciencia -a despecho de la presión que lo oprime– o hasta la descarga -por medio de la acción real-.»

«Mas alla del principio del placer» (pág. 2514)
Sigmund Freud (1920)

Este fragmento tiende compulsivamente hacia su repetición y no aspira a otra que cosa que irrumpir en la conciencia para conseguir su descarga. Lo inconsciente entonces no ofrece resistencia alguna, solo pide expresarse. Sin embargo y pese a esta advertencia, en algunos tratamiento analíticos se suelen confundir las resistencias narcisistas con la repetición del inconsciente.

El conjunto de fuerzas que se oponen a la labor analítica son las de las resistencias, no las de la repetición. De hecho, la repetición se pone al servicio de la cura, dado que aspira a la simbolización del fragmento olvidado –es el retorno de aquello que ha sido reprimido-.

“La resistencia en la cura proviene de los mismos estratos y sistemas superiores de la vida psíquica que en su momento llevaron a cabo la represión. Pero, dado que los motivos de las resistencias, y aun estas mismas, son al comienzo inconscientes en la cura (según nos lo enseña la experiencia), esto nos advierte que hemos de salvar un desacierto de nuestra terminología. Eliminamos esta oscuridad poniendo en oposición, no lo conciente y lo inconsciente, sino el yo coherente y lo reprimido.”

«Mas alla del principio del placer» (pág. 2515)
Sigmund Freud (1920)

C) El Yo Coherente y lo Reprimido Inconsciente

“Es que sin duda también en el interior del yo es mucho lo inconsciente: justamente lo que puede llamarse el «núcleo del yo»; abarcamos sólo una pequeña parte de eso con el nombre de preconsciente. Tras sustituir así nuestra terminología meramente descriptiva por una sistemática o dinámica, podemos decir que la resistencia del analizado parte de su yo; hecho esto, enseguida advertimos que hemos de adscribir la compulsión de repetición a lo reprimido inconsciente. Es probable que no pueda exteriorizarse antes que el trabajo solicitante de la cura haya aflojado la represión.»

«Mas alla del principio del placer» (pág. 2515)
Sigmund Freud (1920)

El nucleo del yo coherente es el conjunto de fuerzas que hacen a la resistencia, mientras que la reserva de los residuos inconscientes y reprimidos hace al conjunto de fuerzas que aspiran a la curación. Esta oposición dinámica contrasta con aquella que antes era meramente descriptiva -inconsciente o conciente-. En este caso, Freud deja en claro que el agente infiltrado no es bajo ningún punto de vista el inconsciente, sino que mas bien es el yo.

“No hay duda de que la resistencia del yo conciente y preconsciente está al servicio del principio de placer. En efecto: quiere ahorrar el displacer que se excitaría por la liberación de lo reprimido, en tanto nosotros nos empeñamos en conseguir que ese displacer se tolere invocando el principio de realidad. Ahora bien, ¿Qué relación guarda con el principio de placer la compulsión de repetición, la exteriorización forzosa de lo reprimido? Es claro que, las más de las veces, lo que la compulsión de repetición hace revivenciar no puede menos que provocar displacer al yo, puesto que saca a luz operaciones de mociones pulsionales reprimidas.”

«Mas alla del principio del placer» (pág. 2515)
Sigmund Freud (1920)

D) Mas alla del principio del placer

“Empero, ya hemos considerado esta clase de displacer: no contradice al principio de placer, es displacer para un sistema (Yo) y, al mismo tiempo, satisfacción para el otro (Inconsciente). Pero el hecho nuevo y asombroso que ahora debemos describir es que la compulsión de repetición devuelve también vivencias pasadas que no contienen posibilidad alguna de placer, que tampoco en aquel momento pudieron ser satisfacciones, ni siquiera de las mociones pulsionales reprimidas desde entonces.”

«Mas alla del principio del placer» (pág. 2515)
Sigmund Freud (1920)

Tenemos entonces dos conjuntos de fuerzas opuestos: el yo coherente y lo reprimido inconsciente. Lo que implica placer para un sistema implica displacer para el otro, y viceversa. Por lo tanto, cuando las fuerzas del yo se oponen a lo reprimido, eso es por que lo reprimido causa placer en el inconsciente, pero no en el yo.

“Ahora bien, los neuróticos repiten en la transferencia todas estas ocasiones indeseadas y estas situaciones afectivas dolorosas, reanimándolas con gran habilidad:

-Se afanan por interrumpir la cura incompleta,

-Saben procurarse de nuevo la impresión del desaire,

-Fuerzan al médico a dirigirles palabras duras y a conducirse fríamente con ellos,

-Hallan los objetos apropiados para sus celos,

 -Sustituyen al hijo tan ansiado del tiempo primordial por el designio o la promesa de un gran regalo, casi siempre tan poco real como aquel.”

«Mas alla del principio del placer» (pág. 2515)
Sigmund Freud (1920)

Tales repeticiones obedecen a resistencias muy grandes respecto al recuerdo reprimido. Mientras que lo inconsciente puja por revelarse, el yo se defiende lo mejor que puede de tal expresión, ya sea negándole conciencia o dándole representación de forma inconsciente a través de toda un serie de reproducciones -tales como las que cita Freud mas arriba-.

“Nada de eso pudo procurar placer entonces; se creería que hoy produciría un displacer menor si emergiera como recuerdo o en sueños, en vez de configurarse como vivencia nueva. Se trata, desde luego, de la acción de pulsiones que estaban destinadas a conducir a la satisfacción; pero ya en aquel momento no la produjeron, sino que conllevaron únicamente displacer. Esa experiencia se hizo en vano. Se la repite a pesar de todo; una compulsión esfuerza a ello.”

«Mas alla del principio del placer» (pág. 2515)
Sigmund Freud (1920)

Es el carácter inconcluso del fragmento lo que fuerza a su reencuentro, a su repetición. Pese a producir displacer se busca volver a vivir el fragmento, pero siempre en vano, dado que se repite del mismo modo a pesar de todo. La reelaboracion de tales reproducciones involucra un cambio de perspectiva. Que se deje de vivenciar el destino humano como algo fatal, para transformar el sufrimiento neurótico en sufrimiento a secas. De esta manera, no se vuelve a vivir el mismo accidente del mismo modo dos veces.

“Nos sorprenden mucho más los casos en que la persona parece vivenciar pasivamente algo sustraído a su poder, a despecho de lo cual vivencia una y otra vez la repetición del mismo destino. Piénsese, por ejemplo, en la historia de aquella mujer que se casó tres veces sucesivas, y las tres el marido enfermó y ella debió cuidarlo en su lecho de muerte. La figuración poética más tocante de un destino fatal como este la ofreció Tasso en su epopeya romántica, la Jerusalén liberada:

«El héroe, Tancredo, dio muerte sin saberlo a su amada Clorinda cuando ella lo desafió revestida con la armadura de un caballero enemigo. Ya sepultada, Tancredo se interna en un ominoso bosque encantado, que aterroriza al ejército de los cruzados. Ahí hiende un alto árbol con su espada, pero de la herida del árbol mana sangre, y la voz de Clorinda, cuya alma estaba aprisionada en él, le reprocha que haya vuelto a herir a la amada.»”

«Mas alla del principio del placer» (pág. 2516)
Sigmund Freud (1920)

Deja un comentario

Correo electrónico e.debates.analiticos@gmail.com Horas Lunes a Viernes (8:00 - 12:00 y 16:00 - 20:00) hs ARG
search previous next tag category expand menu location phone mail time cart zoom edit close